martes, 18 de enero de 2011

diciocho de enero de dos mil once
entre el bullicio de la ciudad




la fría lluvia, que golpea sin piedad los débiles muros de mi decisión, se entremezcla con el recuerdo de las cálidas noches de agosto, donde la mayor preocupación era no achicharrar demasiado nuestra ociosidad, y,
así, sin llamar a la puerta, toma asiento en el mejor sofá de mi cabeza la nostalgía,
en un cruce desafiante de miradas me advierte que este atarceder ella será mi compañera.


















los sueños no nos abandonan,
somos nosotros los que los olvidamos.









+Tea.

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Thank you for writting me some comments,
I really appreciate it!:)

Tea.